Nuevos tiempos para la música

El negocio está cambiando y la industria tendrá que reaccionar si no quiere problemas. La relación entre el consumidor y el propio grupo también está cambiando y esto también es excitante.

El método Prince
Prince regala su nuevo disco de gratis con el periódico Daily Mail.
Todo un movimiento hacia el modelo de acceso gratuito a la música y con ingresos posteriores gracias a los conciertos. De hecho, a cuanta más gente llegue el nuevo disco de Prince, más posibilidades tendrá de llenar estadios y maximizar la inversión en el disco de estudio. Prince se mantiene pionero en lo que a búsqueda de nuevas formas de difusión de su obra se refiere, después de crear una tienda de música online para su anterior disco, "Musicology".

Interesante ha sido la respuesta de las discográficas, que han acusado a Prince de traicionar a las tiendas de música, las cuáles "han ayudado y apoyado a Prince en su carrera hacia el éxito". Sin dejar de lado el amor por la buena música de muchos de los responsables de dichos establecimientos, lo cierto que era una relación "win-win" en la que los dos ganaban. La prueba está en que a los artistas que no venden, los quitan de los estantes. Por tanto, elegir otro modelo de distribución de la música por parte de Prince (otra relación win-win, esta vez con un periódico), es completamente legítimo. De hecho que un artista de su talla haya dado este paso enfrentándose la industria discográfica, que durante tantos años se ha quedado con un porcentaje abusivo de los beneficios de cada disco, puede ser el pistoletazo de salida de grupos consagrados hacia - si no licencias más abiertas - sí a modelos de distribución gratuitos.

El negocio musical concebido como venta de CD's a un alto precio está caduco, desfasado, obsoleto, no sirve. Son necesarias nuevas ideas y propuestas para relanzar este negocio.

La realidad, por mucho que nos empeñemos en verla de otra forma, es que la música resulta casi gratuita gracias o por culpa de Internet.

Entonces ¿Cual es el valor real de un disco?.
Parece que el valor de un disco (lo que él consumidor está dispuesto a pagar por él) es mucho menor que los $25 de media que cuesta un CD en una tienda. En la mente de los consumidores $25 parecen excesivos. Se pagan cuando no existen otras alternativas para el consumo musical.
Sin embargo con la llegada de los grabadores de CD's, internet y las redes p2p los consumidores han encontrado nuevas formas para el consumo de música que no se han de menospreciar.

Con respecto al precio, la teoría económica nos dice que en un mercado libre el precio queda fijado por la intersección de la curva de oferta y demanda. Pero, creo que queda claro que el mercado de venta de CD's no es precisamente un ejemplo de mercado libre y que los precios están mantenidos artificialmente por las compañías.

Además, y para distorsionar más si cabe el mercado, se buscan métodos para compensar la pérdida de ingresos provocadas por el consumo "alternativo" de música (llamémosle canon o "tan sólo unos centavos miserables").

Los consumidores se "defenderán" buscando alternativas al consumo de música cuando encuentren trabas a la compra de CD's a un precio razonable. Esto es así y será muy difícil que cambie.

¿Pero cómo pueden hacer los artistas para convivir en este entorno y obtener beneficio?
Una de las maneras, como verán en este ejemplo, es a través de los conciertos. Un concierto (música en vivo) no se puede copiar. Se puede grabar claro, pero no es lo mismo. Para disfrutarlo hay que estar allí.
Prince, que lleva mucho tiempo en el negocio musical y a lo largo de su carrera musical ha protagonizado duros enfrentamientos con la compañía de discos Warner Bros., se ha dado cuenta de que hay que hacerlo diferente, y lo ha puesto en práctica (entre otras razones también debido al boicot de las compañías de discos).

El 1 de Agosto de 2007 ofreció 21 conciertos en el O2 Arena de Londres (antes conocido como el Millennium Dome) y en el concierto se entregó a todos los asistentes una copia gratuita de su último CD como recuerdo.

Y para promocionar estos conciertos. ¡Qué mejor que regalar su último disco Planet Earth!. Esto fue lo que hizo el domingo 15 de Julio 2007.
En el Reino Unido se distribuyeron 2,9 millones de CD's gratis con el diario "The Mail on Sunday".
De esta forma Prince ha conseguido, a muy bajo coste (lo mismo incluso The Mail pagó al músico), la mejor campaña de publicidad para sus conciertos, puesto que la noticia ha aparecido en diarios de todo el mundo.

Con esta acción Prince ha colocado el CD en un lugar singular y novedoso.

Ahora un CD es un recuerdo, un objeto promocional, algo que tiene valor sentimental pero no económico. Algo parecido a lo que ocurre con algunas entradas de conciertos que la gente guarda con cariño, no porque sean valiosísimas sino por el recuerdo que producen.

Haciendo unos cuantos números y bastantes suposiciones (70% de llenado en conciertos, 25% de beneficio para el artista sobre recaudación) estos conciertos le podrían reportar a Prince unos ingresos de 4 millones de euros o más, lo que supone unas ventas equivalentes de 2 millones de CD's (suponiendo beneficio para el artista de un 10% sobre el precio de venta del CD).

Otro tanto podría conseguir del merchandising (venta de camisetas, gorras, libros, y otros objetos relacionados con el concierto).


El método Radiohead
El grupo inglés Radiohead anunció que su próximo disco no será publicado por ninguna discográfica ni distribuido por ninguna tienda de música online. En su lugar, los seguidores podrán descargarlo en formato digital en la página web del grupo y pagarán por él el precio que crean conveniente. Si quieren, dos meses más tarde podrán adquirir una edición de lujo con un disco extra y dos vinilos por unos 57 euros, también en la misma página.

Radiohead no son los primeros en saltarse a la industria y conectar la oferta y la demanda al margen de las empresas intermediarias. La discográfica Magnatune lleva años alentando a sus clientes para que sean ellos los que pongan precio a sus discos, y todo ello sin dejar de obtener beneficios con este modelo de negocio.
Pero sí son el primer grupo de primera división en hacer la apuesta, el día que muchos esperaban y otros temían desde hace mucho tiempo.

Su propuesta es más inteligente y menos arriesgada de lo que parece. Su disco llegará a las redes P2P al mismo tiempo que a la calle y cualquiera que quiera descargarlo gratis podrá hacerlo sin ayuda de la banda.

Sin embargo, con este gesto, Radiohead da un voto de confianza a sus fans (en lugar de llamarles piratas y llevarles a juicio como hacen otros) y comienza un bonito experimento.
Al final de este año sabremos cuánto creen los fans que deberían pagar por un disco y qué pasa con la distribución de CDs cuando hay un valor añadido.

De momento, la revista New Musical Express ya ha empezado una encuesta para resolver la primera cuestión, con resultados sorprendentes: los fans, de hecho, pagan.
La media está en cinco libras, algo más de siete euros, (pensemos 7 euros = 7 pesos).

Wired publica un excelente artículo de investigación del multifacético David Byrne en el cual describe el panorama actual del negocio de la música.

Byrne cuestiona claramente el modelo tradicional de artistas trabajando bajo el paraguas de una multinacional. Señala que hoy no hay grandes motivos para ceder la mayor cantidad de las ganancias a estas compañías en un entorno donde los costes de producir canciones, distribuirlas y autopromocionarse tiende a cero.

En la monografía de Byrne se ven algunos datos esclarecedores.

1) Bajo el modelo tradicional, más de la mitad del dinero de la venta de un cd va a cubrir los costes de marketing y distribución. Los royalties de los artistas son sólo el 10 % por cada cd vendido.

2) El artista pierde el copyright de su obra para siempre, aún para futuros posibles modelos de negocio que aun ni podemos imaginar.

3) que hasta hace muy poco tiempo no otorgaba ningún ingreso extra a los artistas por la venta en formato mp3 bajo el modelo iTunes o similares.

4) En la venta en iTunes el artista se queda con el 14%, pero generalmente es menos dinero que bajo el modelo tradicional, ya que la compra del producto es más económica para el consumidor.

5) El modelo de autodistribución llevado a la práctica por Radiohead es el que mayor libertad otorga a los artistas y el que -en general- resulta más lucrativo, sobre todo pensando en que las ganancias de licenciamiento de su obra en todos los formatos (cine, videojuegos, i-Tunes, contenidos para móviles y futuros formatos) van a su bolsillo y no deben compartirlos (o cederlos al 100%) con la discográfica.

En estos nuevos escenarios ganan los artistas y el público, mientras que las discográficas huyen hacia atrás y financian campañas engañosas sobre la piratería y la defensa del monopolio de la distribución.